Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata, tomó el sábado posesión de su cargo tras arrebatarle la mayoría absoluta al Partido Popular de Manuel Corredera que gobernó los últimos 8 años. El “Obama de Mislata”, como muchos ya le llaman en su pueblo, es la única alegría del PSPV en las elecciones del pasado 22-M. Este municipio se convierte en el más grande de la comunidad valenciana gobernado por mayoría absoluta por un socialista.
– ¿Cómo vivió la jornada electoral?
– Con mucha esperanza, durante los últimos 4 años hemos estado transmitiendo la necesidad de que en Mislata hubiera un cambio hacia un gobierno serio, sensato, responsable y que escuchara a los ciudadanos. Sabía que la gente iba a votar con ilusión.
– ¿Esperaba un resultado tan positivo?
– Siempre esperas un buen resultado pero ciertamente no el tener tanta distancia con el Partido Popular en un momento tan complicado para los socialistas. Hemos hecho historia en esta ciudad porque no habíamos tenido unos resultados tan buenos desde el año 1982.
– ¿Por qué cree que la ciudadanía de Mislata ha dado ese giro tan grande?
– Porque necesitaban un cambio. Una cosa que un gobernante nunca debe olvidar es que ante todo se deben defender los interese de los ciudadanos, estar al frente de sus reivindicaciones sociales, defender su ciudad y escucharles.
– ¿Le da más mérito a su victoria el hecho de que la corriente general sea desfavorable a su partido?
– No me correspondería analizarlo a mi pero creo que si, aunque no ha sido una campaña demasiado por la situación general del país. Otros han puesto todo su empeño en hablar de España y de Zapatero y así les ha ido. Lo que ha ocurrido debería de hacer reflexionar al PP. Si no hubiera habido crisis ¿qué hubiera pasado?
– ¿Cuál fue el secreto para que la gente votara en Mislata en clave local?
– Ser un candidato cercano, hablar mucho con la gente, bajar a la calle, a los parques y recorrer todos los barrios arriesgándome a que alguno me pudiera decir que no estaba de acuerdo con nuestra política. Otros decidieron hacer campaña desde un despacho. Se ha visto que eso no era lo que querían los ciudadanos. No es baladí el hecho de que al mitin de cierre de campaña acudieran más de 2.000 personas. Esto no había ocurrido nunca en Mislata.
– Imaginamos que le habrán llegado muchas felicitaciones ¿alguna especial?
– Las más especiales fueron las de mi familia y amigos que me han tenido que aguantar mucho. Ha sido mucho esfuerzo. También me emocionó el abrazo con la gente que iba en mi lista tras conocer los resultados. También me llenaron de orgullo las llamadas la misma noche del 22 de Jorge Alarte y José Bono.
– ¿Qué es lo primero que va a hacer cuando llegue a la alcaldía?
– Saber cual es la situación económica real del ayuntamiento. Me preocupa porque me llegan informaciones de los técnicos municipales de que es francamente mala. Es necesario que los ciudadanos sepan a que nos enfrentamos. También quiero solucionar aspectos de funcionamiento del ayuntamiento para que los ciudadanos tengan otra clase de políticos.
– ¿Cómo piensa abordar los dos temas que han marcado la legislatura anterior, el hospital general y el aparcamiento?
– Adscribirnos al área sanitaria de Manises fue un error. Vamos a defender los intereses de nuestros vecinos acudiendo a la manifestación para reivindicar que Mislata tenga su hospital. Queremos que se cumpla lo que nos prometió Camps y Corredera que se invierta en el hospital militar y que éste se convierta en un centro de vanguardia. Respecto a las plazas de aparcamiento, fue un problema que se abordó mal desde el primer momento. Lo más sensato hubiera sido que el propio consistorio hubiera asumido la construcción. Necesitábamos aparcar pero no necesitábamos lo que se hizo. La mala gestión de ese tema va a suponer al ayuntamiento 23 millones de euros.
– ¿Cuáles van a ser las bases de su mandato?
– Cambiar las prioridades del ayuntamiento. Antes de gastar dinero en determinados proyectos, el gobierno municipal tiene que tener en cuenta que Mislata necesita una residencia de la tercera edad, una escuela infantil de 0 a 3 años o una biblioteca en la que quepan más de 50 estudiantes. No se puede gasta un millón y medio de euros en cámaras de tráfico o en un circuito de educación vial antes que una residencia de ancianos. Esto es lo que va cambiar.
– Se ha quedado casi sólo en la comarca como alcalde socialista ¿qué le parecen los resultados en otros municipios?
– Creo que ha sido injusto. Ha habido muchos alcaldes de mi partido que han perdido las elecciones después de hacer una buena gestión. En determinados pueblos votaron mirando más la situación general que la del municipio. En la Generalitat, peor no lo puede hacer un presidente que le debe dinero a todo el mundo y que no es honrado. Esta comunidad necesitaba un poco de dignidad pero los ciudadanos votaron en otra clave.
– ¿Qué le parece que le llamen el Obama de Mislata?
– Ni me gusta ni me disgusta. Espero que esa ilusión con la que los americanos le votaron en Mislata dure más de lo que le está durando al presidente de Estados Unidos.