Xirivella celebra desde hace más de 100 años la noche de los higos que precede al acto religioso de la “descuberta” de la Mare de Deu de la Salut.
Cuenta la leyenda que fueron dos alfareros cavando un hoyo en busca de arcilla los que descubrieron la imagen de la virgen oculta bajo una campana. Esta modalidad de protección de las imágenes no es exclusiva de la localidad de Xirivella. Otras poblaciones cercanas como Alfafar tienen como patrona, en este caso la Mare de Deu del Do, otra imagen descubierta de la misma manera. Algunos datos como la construcción de una ermita en el lugar exacto del hallazgo en el año 1604 hacen pensar que su descubrimiento se produjo a finales del siglo XVI o principios del XVII.
Se trata de una imagen de unos 80 centímetros de altura y con un marcado estilo flamenco, dato que refuerza la teoría de la fecha de su descubrimiento puesto que la influencia flamenca fue muy acusada en el arte en España durante los siglos XIV y XV. En su origen debió ser más alta puesto que sus proporciones son incorrectas haciendo que parezca una imagen enana. La hipótesis que se maneja al respecto es que fue cortada para que cupiera en la campana donde iba a ser escondida.
Sobre los motivos de su ocultación no se han encontrado demasiados datos, algunos historiadores como María Teresa Abad defienden que podría deberse a la intención de protegerla ante alguna revuelta político-social. Desde su descubrimiento fue conocida como la Mare de Deu de Xirivella añadiéndose posteriormente el título de Mare de Deu de la Salut, probablemente a raíz de la protección ofrecida al pueblo de Xirivella durante las epidemias de peste bubónica del siglo XVII y las del cólera del XIX.
Desde hace más de 100 años los fieles a la Mare de Deu de la Salut celebran el día de su patrona con la “descuberta”. Se trata de un acto religioso en el que se retira el cortinaje que ha mantenido oculta la imagen de la virgen durante la noche del 7 al 8 de septiembre para que los feligreses puedan contemplarla. “La gente aplaude cuando ve aparecer a la virgen como si fuera la primera vez que la ven. Es muy emocionante”, nos confiesa Conchín Ortí camarera de la virgen y vecina de Xirivella durante más de 70 años.
La “descuberta” comienza a las cinco de de la mañana y reúne a devotos de toda la comarca. Dos horas antes de que se abran las puertas de la iglesia suele haber gente esperando para poder entrar. Es por este motivo por el que muchos no se acuestan para poder disfrutar de un buen sitio. Es muy común durante esa noche ver a numerosos grupos de amigos y familiares cenando en la calle haciendo paellas o carne a la brasa y aguantando la hora de acudir a la iglesia con interminables tertulias a la fresca.
Xirivella antiguamente era una localidad rodeada de higueras. Tras pasar la noche en vela a la espera del encuentro con la virgen, los vecinos de Xirivella se acercaban a los campos para poder desayunar higos con rosquilletas. Tanto fue arraigando la tradición que hasta estaba permitido que durante ese día todo el mundo pudiera acceder a las propiedades en busca de esta fruta. “Los dueños de los campos aceptaron a regañadientes. Regaban los campos el día de antes para que estuviera todo embarrado y fuera más difícil cogerlos”, comenta Conchín.
Recuperar la tradición
Hace ya más de 20 años que las higueras han desaparecido de los alrededores de Xirivella y por lo tanto ya no se va a los campos. Sin embargo, algunos vecinos han continuado con la costumbre de comer higos después de la misa de la “descuberta” aunque ahora van al supermercado a comprarlos. “Los que vivimos aquí toda la vida tenemos higos en casa esa noche”, reconoce Conchín.
Para que no se pierda la tradición de esa noche, el ayuntamiento es ahora el que surte de higos a sus vecinos. Este año los clavarios han repartido a la salida de la misa más de 80 kilos de esta fruta. “Consideramos muy importante recuperar viejas tradiciones. Los clavarios están inmersos en un proceso de recuperar esas costumbres y van a contar con el apoyo del ayuntamiento”, explica Paqui Bartual concejala de fiestas del ayuntamiento de XIrivella. Otra de las tradiciones recuperadas por los clavarios este año ha sido el traslado de la virgen desde la ermita hasta la iglesia a hombros de los vecinos en lugar de con el anda con ruedas como se venía haciendo en los últimos años.